MARÍA SANTÍSIMA
DEL AUXILIO
María Santísima del Auxilio es obra del gran maestro escultor e imaginero hispalense D. Luis Álvarez Duarte en el año 2007, siendo bendecida el 12 de enero de 2008 en el Santuario de María Auxiliadora por D. José Mario Pérez Sánchez, SDB. La imagen de la Virgen cumple los cánones instaurados por Álvarez Duarte a sus dolorosas, recogidos en la época dorada de la imaginería mariana hispalense de los siglos XVII y XVIII y que le catapultaron como uno de los máximos exponentes de la imaginería procesional andaluza del S. XX.
La imagen de María del Auxilio es una talla de candelero realizada en madera de cedro que muestra a una mujer joven, de rostro casi adolescente, de gran belleza. Su mirada baja, dulce y sosegada, recoge unos ojos en color miel en cascarilla de cristal, pintados a mano siguiendo la técnica de maestros como Pablo de Rojas o Pedro de Mena. Nacen de ellos cinco lágrimas de cristal surcando sus mejillas y que, junto al gesto de sus cejas levemente arqueadas, manifiestan claramente el dolor de María por la entrega de su hijo a punto de ser prendido. Su boca entreabierta, casi en diálogo con el espectador, muestra tallada la lengua y los arcos dentales superior e inferior con gran maestría. Destacar igualmente, en la barbilla, la aparición del típico hoyuelo, tan característico del autor en sus obras marianas. Las manos delatan un tratamiento de la gubia exquisito en las falanges, donde la delicadeza y el preciosismo de la talla son rotundos protagonistas.
“Salve, Madre de Dios y Madre Nuestra Virgen Santísima del Auxilio.
Nazarena de azul manto, y ubetense de verde olivo.
A ti acudimos suplicantes pidiendo tu protección en nuestras necesidades.
Auxiliadora y abogada nuestra,
pide a Dios Padre, por intercesión de tu hijo,
prendido por amor hacía nosotros,
que obtengamos los dones del Espíritu Santo para caminar hacia él, como hijos de la Iglesia.
María Santísima del Auxilio,
Inmaculada de bello rostro,
que tu manto nos cubra y tu presencia nos acompañe siempre.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.”
Rvdo. D. José Mario Pérez Sánchez